OVACE.
La
obstrucción de la vía aérea por cuerpos extraños (OVACE) constituye una
emergencia médica que requiere una actuación inmediata ya que si no se resuelve
la situación puede conducir a una asfixia que puede producir la muerte o dejar
secuelas permanentes por la falta de aporte de oxígeno que genera la
obstrucción. El atragantamiento es una situación de emergencia, cuando la
obstrucción que se produce llega a ser total, impidiendo por completo la
entrada de aire, ya que podría causar una parada cardiaca.
¿Cómo actuar?
Adultos
Obstrucción
leve o incompleta: Cuando un adulto se atraganta, inicialmente va a mostrar un
signo universal que consiste en llevar las manos al cuello y balbucear
indicando que no puede respirar bien. Nuestra actuación inmediata debe ser
animarle a toser con fuerza. La tos es la maniobra más efectiva que existe para
solucionar el problema.
Obstrucción
grave o completa: si el atragantamiento persiste y no se soluciona con la tos,
el sujeto se pondrá morado y emitirá ruidos al intentar meter aire pero ya no
podrá toser cuando se le insista. En este momento habrá que darle 5 golpes en
el centro de la espalda (entre las 2 escápulas) colocándole inclinado 45º hacia
delante y sujetándole bien para que no se caiga hacia delante. Después de cada
golpe miraremos si ha salido el objeto. Si no funcionan hay que aplicar 5
compresiones abdominales o maniobras de Heimlich que se realizan colocándonos
detrás del paciente y poniendo el puño entre el ombligo y la boca del estómago,
realizando estas compresiones con fuerza y de abajo hacia arriba para aumentar
la presión e intentar aliviar la situación. Si las 5 compresiones abdominales
no funcionan habrá que ir alternando posteriormente 5 golpes interescapulares
con 5 compresiones abdominales hasta que se resuelva la obstrucción y el
paciente se recupere o bien hasta que el paciente sufra una parada
cardiorrespiratoria y se desplome al suelo inconsciente. En dicho caso habrá
que realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP): 30 compresiones
en el centro del tórax y 2 ventilaciones, mirando después de cada 30
compresiones en el interior de la boca por si viéramos el objeto. Si lo vemos
lo extraeremos con sumo cuidado para no introducirlo más.
Niños y lactantes
El riesgo de
una OVACE grave en lactantes y niños es más frecuente que en el adulto.
La
obstrucción parcial o completa de la vía aérea superior por cuerpo extraño
suele acontecer especialmente en niños de 6 meses a 5 años ocurriendo el 85% de
los casos en menores de 3 años. Los productos aspirados incluyen principalmente
alimentos, especialmente semillas orgánicas, frutos secos, así como pequeños
juguetes.
Se suele
presentar como un episodio de atragantamiento caracterizado por tos, dificultad
para respirar y coloración morada.
Obstrucción
leve o incompleta: el niño o lactante tiene una tos fuerte o eficaz, y además
puede llorar o responder a preguntas si es mayor. Hay que insistir en que siga
tosiendo pues es la mejor forma de desobstruir la vía aérea.
Obstrucción
grave o completa: la tos se convierte en débil o ineficaz, sin posibilidad de
vocalizar o respirar y la coloración se vuelve azulada, se producirá asfixia
severa y PCR si no se desaloja rápidamente la vía aérea superior.
En el
lactante el reanimador permanecerá sentado o de rodillas, colocará al lactante
boca abajo, con la cabeza en posición declive respecto al pecho, sobre uno de
sus brazos, apoyada sobre su regazo, para aplicarle 5 golpes en la espalda con
el talón de una mano, entre las escápulas.
Si esto no
fuera suficiente para hacer salir el cuerpo extraño, de la vía aérea, se
aplicarán 5 compresiones torácicas con dos dedos, similares a las del masaje
cardíaco, pero a diferencia de éste serán más vigorosas y lentas. Después de
cada maniobra se examinará la boca por si el objeto se hubiera desplazado hasta
aquí, en cuyo caso se extraerá con gran cuidado y siempre si lo tenemos perfectamente
localizado visualmente.
Tanto si se
encuentra el objeto como si no, debemos abrir la vía aérea, para ver, oír y
sentir la respiración. Si el lactante volviera a respirar, colocarlo en
posición de seguridad y vigilarlo periódicamente.
Si no
respira repetir la secuencia anterior hasta que se extraiga el objeto o el
lactante quede inconsciente, si es así, comenzar con Reanimación Cardiopulmonar
(RCP).
En el niño
si es pequeño puede posicionarse sobre el regazo del reanimador para aplicarle
los 5 golpes en la espalda; si es mayor se aplican como en el adulto. Si esto
no sirve, se actúa como en el lactante sólo que en lugar de dar las 5
compresiones torácicas se ejecutan 5 compresiones abdominales: rodeándolo por
detrás (como en el adulto pero arrodillándonos a su altura), y empujando a la
altura del estómago, con el puño cerrado de una mano entrelazado con la otra,
en dirección hacia arriba y de delante hacia atrás.
La secuencia
se repite hasta que el objeto salga y el niño respire normalmente. Si el
paciente atragantado está o queda inconsciente, deberemos ponerle sobre el
suelo boca arriba y, gritando pidiendo ayuda, comenzaremos con la secuencia de
RCP, visualizando el interior de la boca cada vez que vayamos a realizar las
insuflaciones de rescate, por si el objeto que provocó la obstrucción esté a
nuestro alcance gracias a las compresiones torácicas aplicadas.
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